Muchas tribus nativas del noreste y el suroeste todavía relatan leyendas de los gigantes de pelo rojo y de cómo sus antepasados lucharon prolongadas y terribles guerras contra los gigantes al encontrárselos por primera vez en América del Norte hace casi 15.000 años.
Otros, como los aztecas y los mayas registran sus encuentros con una raza de gigantes hacia el norte cuando se aventuraron a salir en expediciones de exploración.
¿Quiénes eran estos gigantes de pelo rojo que los libros de historia han pasado por alto? Sus lugares de enterramiento y restos han sido descubiertos en casi todos los continentes.
En los Estados Unidos han sido desenterrados en Virginia y en el estado de Nueva York, Michigan, Illinois y Tennessee, Arizona, y Nevada.
Encuentro Español - Aproximadamente 1768
Y es en el estado de Nevada la historia de las guerras de los nativos Paiute contra los hombres gigantes pelirrojos pasó de ser un mito local a una realidad científica en 1924, cuando fue excavada la Cueva de Lovelock.
Hubo un tiempo en que la cueva de Lovelock (Lovelock Cave) fue conocida como la cueva Herradura, debido a su interior en forma de U.
La cueva - situada a unos 20 kilómetros al sur de la moderna ciudad de Lovelock, Nevada, es de aproximadamente 12 metros de profundidad y 18 metros de ancho.
Es una cueva muy antigua que pre-data a los humanos en este continente. En tiempos prehistóricos estaba debajo de un gigantesco lago interior llamado Lahontan que cubría la mayor parte del oeste de Nevada.
Los geólogos han determinado que la caverna fue formada por las corrientes del lago y la acción del oleaje.
La leyenda de los feroces gigantes
Los Paiutes, una tribu de indios norteamericanos originaria de partes de Nevada, Utah y Arizona, le contaron a los primeros colonos blancos sobre las batallas de sus ancestros con una feroz raza de gigantes blancos, de pelo rojo. Según los Paiutes, los gigantes ya estaban viviendo en el área.
Los Paiutes llamaron a los gigantes "Si-Te-Cah", que literalmente significa "comedores de tule." El tule es una planta de agua fibrosa de la que los gigantes tejían balsas para escapar de los continuos ataques de los Paiutes. Ellos utilizaban las balsas para navegar a través de lo que quedaba del lago Lahontan.
Según los Paiutes, los gigantes de pelo rojo eran tan altos como de 3,5 metros y eran crueles, ellos capturaban a lo Paiutes y se los comían como alimento. Los Paiutes le contaron a los primeros colonos que después de muchos años de guerras, todas las tribus en el área finalmente se unieron para deshacerse de los gigantes.
Un día, mientras ellos perseguían a los pocos enemigos de pelo rojo restantes, los gigantes se escaparon y se refugiaron en una cueva. Los guerreros tribales exigieron a su enemigo que saliera y luchara, pero los gigantes se negaron rotundamente a abandonar su santuario.
Frustrados por no derrotar a su enemigo con honor, los jefes tribales hicieron que los guerreros prendieran fuego a la entrada de la caverna, en un intento para forzar a los gigantes a salir de la cueva.
Los pocos que salieron fueron muertos instantáneamente con andanadas de flechas. Los gigantes que se mantuvieron dentro de la caverna fueron asfixiados.
Más tarde, un terremoto sacudió la región y la entrada de la cueva colapsó dejando solamente espacio suficiente para que entraran los murciélagos que hicieron de ello su hogar.
Stan Nielsen en la cueva Lovelock
La excavación
Miles de años después, la cueva fue re-descubierta y se encontró que estaba llena con guano de murciélago de casi 3 metros de profundidad. El guano de murciélago en descomposición se convierte en salitre, el principal ingrediente de la pólvora, y era muy valioso.
Por lo tanto, en 1911, fue creada específicamente una empresa para la explotación del guano. Al progresar la operación minera, se fueron encontrando esqueletos y fósiles.
El guano se extrajo casi 13 años antes de que los arqueólogos fueran notificados acerca de los hallazgos. Desafortunadamente, para entonces muchos de los artefactos habían sido accidentalmente destruidos o simplemente desechados.
Sin embargo, lo que los investigadores científicos pudieron recuperar fue asombroso:
Más de 10.000 artefactos fueron desenterrados, incluyendo los restos momificados de dos gigantes de pelo rojo - una hembra de 2 metros de alto, un hombre de más de 3 metros de altura.
Muchos de los artefactos (pero no los gigantes) pueden verse en el pequeño museo de historia natural localizado en Winnemucca, Nevada.
La confirmación del mito
A medida que la excavación de la cueva progresaba, los arqueólogos llegaron a la ineludible conclusión que el mito Paiutes no era ningún mito, sino que era verdad.
Lo que los condujo a darse cuenta fue el descubrimiento de muchas flechas rotas que habían sido disparadas a la cueva y una capa oscura de material quemado debajo de las secciones del guano superpuesto.
Entre los miles de artefactos recuperados de este sitio hay un objeto desconocido que algunos científicos están convencidos es un calendario: una piedra con forma de rosquilla con exactamente 365 muescas talladas a lo largo de su borde exterior y 52 muescas correspondientes a lo largo del interior.
Pero eso no iba a ser el capítulo final de los gigantes de pelo rojo en Nevada.
En febrero y junio de 1931, dos esqueletos de gran tamaño fueron encontrados en el lecho del lago seco de Humboldt, cerca de Lovelock, Nevada.
Uno de los esqueletos media 8,5 metros de altura y fue más tarde descrito como habiendo sido envuelto en una tela cubierta de goma, similar a las momias egipcias. La otra medía cerca de 3 metros de largo. [Revista Nevada Review-Miner, 19 de junio de 1931.]